Historia
Dos piedras blasonadas se conservan en esta Casa, y constituyen a la vez un noble elemento decorativo y una página de la historia local. Esta primera piedra blasonada que se expone y conserva, reproduce con toda fidelidad, lo que la tradición nos dice sobre el origen de estas armas. Es cuartelado en cruz y timbrado con yelmo hacia la izquierda. El primer cuartel tiene el león sobre ondas de los Balboa; el segundo las cinco banderas: cuatro en astil horizontal, colocadas dos a dos, y, en medio, una colocada verticalmente; el tercero, un grifo que pudiera ser de los Arribas y el cuarto, las cinco hojas de higuera de los Figueroa; no sueltas, como en la mayor parte de otros escudos de este linaje, sino unidos a una rama. Fuera del cuerpo del escudo, y en su parte inferior, se lee: AÑO DE M. DL II.
Este otro escudo de la misma casa, es una magnífica piedra de armas, timbrada con yelmo hacia la derecha, con airosos lambrequines. El campo del escudo es ovalado y cuartelado en cruz. El diestro de jefe ostenta tres flores de lis, ondas y un creciente que abraza cinco estrellas, probable Villamarín. El siniestro, un caldero superado de una cruz, que pudiera ser Armesto, o Calderón. El diestro de punta, dos castillos aclarados de puerta y dos saeteras, resaltados cada uno de tres torres. En medio de ellos, un pieza difícil de identificar. Es muy probable, sin embargo, que reproduzca las armas que reproduce otro escudo que blasona la conocida Casa de Centiais de esta Calle Mayor, con dos castillos, aclarados cada uno de puerta y dos ventanas y resaltados de tres torres; entre ellos, un escudete con la cruz de Malta; blasón que algunas veces adoptan los Balcazar. El siniestro, una torre resaltada de un busto de mujer, que pudiera responder a Miranda.